21 junio 2013

27 y 28 de junio. Exposición de pintura de Luis Enrique Diez. Sevilla

JARDÍN DE EMOCIONES… RECUERDOS.
CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN SOBRE LOS RECUERDOS Y EMOCIONES QUE SE PRODUCEN A LO LARGO DEL TIEMPO.
LUIS ENRIQUE DIEZ ALMEIDA. Arquitecto
Estudio 7Rv. Calle Siete Revueltas, 29. Sevilla.

Algunos apuntes del autor y agradecimientos

Siempre estuve interesado, además de por la arquitectura, por la pintura, algunos amigos lo saben, pero hacía tiempo que no me ocupaba de ello. Desde un primer momento intentaba incorporar a los trabajos elementos que relacionaran la obra con el destino al que iba dirigido. Lo presentado en esta exposición quiere ser la base para realizar ese trabajo más específico y personalizado. Mi reto se traduce en implantar en cada obra parte de la vida, de esos recuerdos y emociones, de las personas a las que va dirigida. Cada uno de estos recuerdos en la individualidad, (cada flor, corazón, forma simplificada que evoca el cariño y la generosidad), se unen para crear un gran jardín de emociones en el que se cobijan de manera anónima los sentimientos de cada una de las partes.

Esta experiencia me ha dado la oportunidad de reflexionar y expresar sentimientos profundos y personales.

Quiero dar las gracias a todos por el interés que habéis demostrado y de manera especial a mis compañeros Jose Luis Alvarez Osorio e Ignacio Capitan Carmona por el ánimo que me han expresado para reactivar esta actividad que se encontraba adormecida pero siempre latente.

 

Ignacio Capitán Carmona

Comparto con Luis Enrique el oficio de arquitecto, y juntos hemos tenido oportunidades de aprender el uno del otro desde que nos conocimos hace tres años. Luis es
introvertido, generoso y celoso de sus emociones; motivo suficiente para justificar, entonces, mi ignorancia por su inclinación artística. Fue delante de la pantalla de su ordenador hace seis meses, donde descubrí, indiscretamente, esta faceta de su persona y me pareció la sorpresa tan apasionante como tímida su respuesta: “…….nada,  estoy pintando”. ¿Nada?, me pregunté, e inmediatamente le propuse exponer. “……lo hago para mí”, me explicó; y él, conociéndome, ya supo aquella mañana que  terminaría sacando a la luz todas sus “emociones”. Esta primera exposición, en nuestro estudio, nace pues como un acuerdo pudoroso entre la intimidad y la necesidad de comunicar. La herramienta gráfica que utiliza no es ajena a su oficio, y le sirve para el encuentro que deviene en acto sincero, como la vista que resiste la mirada de nuestros ojos interrogantes,
impresos en el espejo del alma. “…..Hay mucho de nada y nada de mucho” parece responderse con este mundo de afectos que Luis Enrique despliega ante nuestros ojos. Con recursos mínimos construye el universo de emociones que flota en toda su obra. Hay un expreso deseo de levedad en el recurso cromático y compositivo. “Deseo”, que nace con la atmósfera que se crea entre los sencillos recursos que utiliza: color línea, textura, huella, collage. “Entre”, que fluye de manera mágica en sus series, saltando entre las distintas piezas que la componen, rompiendo el límite del formato; aglutinándolas, dispersándolas, personalizándolas. Magia que trasciende al cuadro para convertirse en “afecto” del observador a través de lugares comunes. Constructo de mínimos con máximos de emociones: …Solo mucho de nada y
nada de mucho.