29 mayo 2013 Pablo Rodríguez Rodríguez / TvArquitectura

Entrevista Ganador Premio PFC 2012

Entrevista a Pablo Rodríguez Rodríguez ganador del concurso Mejor PFC 2012 para estudiantes de arquitectura.

¿Cómo ve un arquitecto recién titulado su búsqueda de trabajo? ¿ Qué hace?

Lo primero es darte cuenta de que te faltan muchos conocimientos y experiencia. Ver que no sabes nada y que tienes un potencial de mejora, que esa mejora comienza por esforzarse al máximo, trabajar mucho, con intensidad y dos puntos unidos: más formación y una continuidad en la misma.

Al buscar trabajo te das cuenta de una realidad durísima en la profesión, no sólo por la situación actual de la misma, el paro… sino también por ese desapego y desconexión que existe en la sociedad hacia la figura del arquitecto y la Arquitectura, una sensación de utilidad solo para el hecho de firmar un proyecto y visarlo.

Lo primero que hice fue no cerrarme ninguna puerta: ni a continuar una formación ni a unas prácticas tanto en España como en el extranjero, además de ir haciendo alguna colaboración, hacerte un buen curriculum y empezar a organizarte un buen porfolio. Después, empezar a marcar unos objetivos, y ante todo confiar en ti y en tus capacidades, tener fortaleza en todo lo que hagas y saber que eso trae después su recompensa/compensación.

¿Cuál es la meta que se marca?

Una meta para el futuro seria el llegar a poder vivir de mi trabajo como arquitecto, poder desarrollar ese trabajo de una manera consecuente con mis ideas, sólo con sus problemas intrínsecos. La realidad más dura que te encuentras como recién llegado/aterrizado es que hoy en día vas a tener que dedicarte a otra cosa para poder permitirte ser arquitecto, sin estar sometido, como un hobby.

Con respecto a tu experiencia en la Universidade da Coruña, ¿cuál es tu mejor recuerdo? ¿y el peor?

Me resulta difícil escoger el mejor recuerdo, la verdad he pasado muy buenos momentos a lo largo de la carrera con amigos, compañeros y profesores, tendría muchos momentos geniales e irrepetibles, bien sea desde esos momentos en la cafetería, en clase, en viajes, en el erasmus, noches interminables de trabajo en grupo… rematando con el paso final de la defensa del PFC acompañado de amigos y familiares.

Está claro que también hay momentos malos, momentos en los que te sientes desorientado o desanimado, pero es ahí cuando el apoyo de amigos y compañeros te hacen seguir con más fuerza.

Hoy en día los jóvenes arquitectos se están matriculando en másteres año tras año, ¿ qué opinas al respecto?

Me parece que el hecho de que los jóvenes opten por continuar su formación con un máster o cursos de postgrado responde a una necesidad que siempre ha existido. Me refiero a que un arquitecto recién titulado (incluso unos años antes) comenzaba y completaba su formación práctica dando el paso al trabajo en estudios, en donde adquiría nuevos conocimientos y experiencia. Hoy ese camino es escaso y limitado, en donde no existe esa transferencia de conocimiento en algunos casos.

En mi caso estoy realizando una cátedra de posgrado de responsabilidad social en la U.D.C. para así ampliar mis horizontes y completar mi formación de manera transversal.

¿Y qué aplicaciones le encuentras a la responsabilidad social en la arquitectura?

La responsabilidad social son las políticas éticas que tiene una entidad hacia sus grupos de interés, basada en tres pilares que son la economía, el medioambiente y la sociedad, teniendo como base fundamental el buen gobierno.

La arquitectura, al igual que otras profesiones, han de llevarse a cabo partiendo de un compromiso ético, teniendo desde el inicio una visión responsable. Hay que darse cuenta de que el fin, ya no justifica los medios. Debe existir transparencia y rendimiento de cuentas, hacer público el plan estratégico, el impacto y la filosofía de una empresa o proyecto. Además de conocer los medios para poder medir esas políticas por medio de indicadores.

Acabas de terminar la carrera, llegas a tu casa y enciendes el televisor. ¿Te encuentras animado? ¿tiene algo bueno la situación actual?

Desde mi punto de vista la situación actual es necesaria, si pensamos que en el fondo, la crisis valdrá para ajustar la práctica de la Arquitectura. Me considero muy optimista y positivo, este momento esta valiendo para hacer una pausa y reflexión sobre la arquitectura banal, de apariencias y frivolidad que se hizo estos últimos años.

La crisis no es solo por culpa de los años del boom inmobiliario, el paro actual y la falta de demanda que hay, además existe un desajuste entre la imagen que tiene la sociedad de los arquitectos y la verdadera realidad. Y una desconexión entre la arquitectura y la sociedad.

¿Qué opinas de proyectos como la ciudad de la cultura en Santiago o la ciudad de las ciencias de Valencia?

Las arquitecturas de autor o del espectáculo ya no tienen cabida, la obra de arquitectura debe de funcionar y adaptarse a su entorno, su cultura y sociedad. La arquitectura es reflejo de la sociedad que la construye, ahora debemos de responder con transparencia y ética, no solo podemos pensar en la arquitectura como un fin en si misma para arquitectos.

Debemos de intentar dar siempre un poco más de lo que se reclama en cada proyecto, tomarlo como una oportunidad de aportar un valor añadido, “dar liebre por gato” como decía de la Sota.

¿Has podido dar algún presupuesto de algún proyecto?

La verdad aun no he tenido la posibilidad dar un presupuesto detallado, aunque por el momento he tenido algún acercamiento de ese tipo y por el cual me he informado de lo que resultaría; son unos gastos desmesurados para realizar una primera “obra”: el colegio de arquitectos, la seguridad social, el seguro de responsabilidad civil, etc. salen unos cálculos escalofriantes en donde por una obra mínima el primer año serian unos 5.000€ de gastos y aun quedarían 9 años que pagar al seguro.

Pero quedaría la peor parte, lidiar con una sociedad que no entiende nuestro papel y no ve todo el trabajo que hay detrás de un buen proyecto, con clientes que piensan que no estamos de su lado y no buscamos su beneficio, con una competencia feroz que nos está consumiendo como profesión y condenando a los que empezamos… con visados absurdamente caros y legislaciones absurdamente extensas.

¿Qué opinas de los honorarios en España? ¿Se ajustan a las horas de trabajo?

El problema está en que los que hemos desprestigiado la profesión hemos sido nosotros, yo ya voy a nacer o he nacido en la crisis pero ahora mismo bien sea porque la arquitectura engancha, nos gusta y disfrutamos con su práctica parece que no nos damos cuenta de lo que cuesta, por intentar llevar a buen puerto un proyecto, atar un encargo o solamente por estar ocupados, se cede en los honorarios. Al dar un anteproyecto gratis estamos minusvalorando nuestro trabajo y profesión. Es más, si dividimos los honorarios como economistas y hacemos una relación del precio que se cobra por hora en un proyecto, está claro que hoy en día no sale rentable el ser arquitecto, más que como un hobby.

Muchas veces hasta resultan incalculables las horas que se dedican a un proyecto o concurso, donde al final ese trabajo se queda en ideas, no se materializan en una obra y pasan a formar parte de una estantería de ideas, esperando a otro momento para usarlas pero sin recompensa ni rentabilidad, no como en otros países europeos, en donde si reciben una contraprestación por su trabajo, una puesta en valor del trabajo realizado.

¿Qué te gustaría cambiar de esta profesión?

Los arquitectos debemos recuperar en la sociedad y en su conciencia el respeto y la cordura que en tiempos de bonanza se perdieron, por culpa “del todo vale” y de años de práctica muy cuestionable, en donde muchos se dejaron sodomizar por constructoras y dinero fácil, consiguiendo desprestigiar a la Arquitectura con mayúscula como decía de la Sota; tenemos que reinventar el concepto de arquitecto que existe, para ajustarlo a una realidad, la de la profesión actual, que dista mucho de ese icono místico que tiene en la mente la sociedad y mirar hacia delante, ser arquitecto hoy es mucho más que hacer edificios.

En el momento que se duda de la profesión es cuando (además de activarnos como colectivo contra el anteproyecto de ley) no solo hay que defender lo nuestro, sino que hay que buscar dentro de la misma que ha pasado para que hayamos llegado a esta situación.

La recuperación puede pasar por no ser una profesión endogámica centrada únicamente en la construcción y ocupar otros puestos administrativos por ejemplo; hacer legible al resto nuestro trabajo, al igual que en otros países europeos, hacer partícipe y conocedor de la complejidad de un proyecto a la gente, abrir la arquitectura a todos y no que se la encuentren finalizada, en el momento que tienen que convivir con ella o hacer servicio de la misma, digo hacer servicio, porque la Arquitectura debe de aparecer y servir, no ser un fin en si misma.

¿Qué actitudes valoras y crees que debería de tener un arquitecto?

Un arquitecto no debería conformarse con la mediocridad, sino que debería buscar la excelencia -reconocida o no- como una actitud no como un fin. Nunca estancarse y buscar conseguir siempre lo máximo con los medios que se disponen en cada momento; puesto que el trabajo de la Arquitectura es una continua búsqueda de nuevos significados y relaciones en la misma.

El camino de la vida de un arquitecto debería estar marcado/movido por sus preguntas e inquietudes y limitado por sus respuestas; siendo la reelaboración/replanteamiento de esas preguntas las que definen y modifican ese camino.